Otros juicios políticos más allá de Trump en la historia de Estados Unidos

Washington.- (EFE).- Con la votación en la Cámara Baja de los cargos de abuso de poder y obstrucción al Congreso, Donald Trump está abocado a convertirse en el tercer presidente en la historia de Estados Unidos en someterse a un juicio político en el Senado, y en el cuarto en afrontar la amenaza de un «impeachment».

Antes que él, Andrew Johnson (1865-1869) y Bill Clinton (1993-2001) se vieron envueltos en un proceso de destitución del que salieron airosos, mientras que Richard Nixon (1969-1974) evitó un juicio político dimitiendo antes de que el caso llegara al pleno de la Cámara Baja.

TRUMP, EL PRIMER JUICIO POLÍTICO DEL SIGLO XXI

Los demócratas anunciaron en septiembre el inicio de una investigación para abrir un juicio político a Trump por presiones a Ucrania después de que saliera a la luz una queja de un informante a los servicios de inteligencia sobre una llamada en julio del presidente con su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la que Trump solicitó a Kiev que lanzara pesquisas sobre su rival político, el exvicepresidente Joe Biden, y su hijo Hunter por corrupción en el país europeo.

Durante los últimos meses, seis comités de la Cámara Baja han llevado a cabo una indagación sobre la actuación de Trump, que condicionó asistencia militar a Ucrania y una visita de Zelenski a la Casa Blanca a que Kiev iniciara la investigación sobre los Biden.

Tras concluir sus pesquisas, el Comité Judicial de esa cámara anunció y aprobó dos cargos políticos contra Trump por abuso de poder y obstrucción al Congreso, ya que el mandatario ordenó a funcionarios de la Administración que desobedecieran las citaciones emitidas por los congresistas para que comparecieran a testificar durante la investigación.

Con toda probabilidad la Cámara Baja, de mayoría demócrata, dará su visto bueno a la celebración de un juicio político en el Senado, controlado por los republicanos, que tendrá en sus manos la decisión final de absolver o «condenar» a Trump, que previsiblemente será exonerado.

JOHNSON, EL PRIMER JUICIO POLÍTICO

Andrew Johnson se convirtió en 1868 en el primer presidente de EE.UU. en ser imputado políticamente y ser sometido a un «impeachment» en el Senado por infringir la llamada Ley de Mandato del Cargo, aunque el Senado finalmente lo absolvió.

Su caso se desencadenó después de que destituyera al secretario de Guerra Edward Stanton en 1867, lo que supuso una violación de esa norma, que impedía que ningún funcionario de alto rango fuera despedido sin la autorización del Senado.

En un principió Johnson expulsó temporalmente a Stanton, pero después el Congreso intervino y ordenó que fuera restituido, lo que fue desobedecido por el presidente que lo despidió el 21 febrero 1868.

Tres días después, la Cámara Baja aprobaba cargos políticos contra Johnson con 126 votos a favor y 47 en contra, argumentando que había violado la ley y desacreditado al Congreso.

El «impeachment» contra Johnson en la Cámara Alta se desarrolló a lo largo de once semanas entre marzo y mayo de ese año, y finalmente fue absuelto.

CLINTON, UN «IMPEACHMENT» MEDIÁTICO

Desde comienzos de 1994, Clinton tuvo que lidiar con escándalos como el de Whitewater, una turbia trama inmobiliaria que lastró su Presidencia, y ese mismo año la exempleada del estado de Arkansas Paula Jones presentó una demanda contra él por acoso sexual.

Durante ese tiempo, Clinton sostuvo que tenía inmunidad presidencial en casos civiles, pero en 1997 el Tribunal Supremo rechazó este argumento.

En enero de 1998, con el caso de Jones todavía abierto, Clinton negó bajo juramento que hubiera tenido una relación en la Casa Blanca con la becaria Monica Lewinsky, pero el escándalo no hizo más que crecer y meses más tarde tuvo que testificar por las acusaciones de que había cometido perjurio al haber mentido sobre su relación con la joven. En agosto, Clinton admitió haber tenido una relación con la becaria.

Lewinsky, por su parte, había grabado conversaciones de ella misma hablando de la relación, y las transcripciones acabaron haciéndose públicas en octubre de 1998.

Días después, la Cámara de Representantes votaba para iniciar el proceso que acabaría en «impeachment», aunque no sería hasta diciembre cuando esa cámara aprobó tres cargos políticos: perjurio, mentir a un gran jurado y obstrucción a la justicia.

El 7 de enero de 1999, el Senado abrió el juicio contra Clinton, un día después de recibir formalmente los cargos, y el 12 de febrero 9 concluyó el proceso con la absolución del mandatario.

NIXON, EL ESCÁNDALO QUE ACABÓ CON UN PRESIDENTE

El que ha pasado a la historia como uno de los escándalos más sonados de la política estadounidense concluyó el 8 de agosto de 1974 con la dimisión del entonces presidente Richard Nixon, quien renunció después de que se le abriera una investigación de juicio político, que finalmente no llegó a celebrarse.

El «caso Watergate» quedó al descubierto con la detención de cinco hombres el 17 de junio de 1972 en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata, en Washington D.C., situado en un lujoso complejo de apartamentos y oficinas llamado Watergate.

Después de que los detenidos fueran condenados a diferentes penas de cárcel, la prensa divulgó que personal de la Casa Blanca estaba implicado en el asunto del sabotaje al cuartel general de la campaña presidencial demócrata.

En julio de 1973, Nixon invocó el llamado «privilegio ejecutivo» para negarse a entregar al Congreso las cintas de las llamadas telefónicas pinchadas, que los legisladores pensaban que vinculaban al presidente con el robo en las oficinas del Comité Nacional del Partido Demócrata, pero el Tribunal Supremo falló después que tenía que hacerlo.

En octubre de ese mismo año, Nixon se vio obligado a entregarlas, pero destituyó al fiscal especial Archibald Cox, que lideraba la investigación, lo que llevó a que se pidiera en el Congreso someter al presidente a un «impeachment».

El Comité Judicial de la Cámara Baja comenzó en mayo de 1974 los preparativos para abrir un juicio político contra Nixon, que recibieron el visto bueno del pleno de esa cámara.

Un mes más tarde el Comité Judicial aprobó los cargos políticos de obstrucción a la justicia, abuso de autoridad y desacato al Congreso para mandarlos luego al pleno de la Cámara Baja para someterlos a votación, pero antes de que se pronunciara, Nixon anunciaba su dimisión, esquivando así un juicio político.