Martes continuará debate de Ley de Tierras. Presidenta plantea un debate regional

Quito.- La presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira, confirmó que el martes próximo el Pleno continuará el segundo debate del proyecto de Ley de Tierras Rurales y Territorios Ancestrales, que busca saldar una deuda histórica con el sector campesino y agricultor. Así mismo, dijo que ojalá el próximo año se pueda promover un debate regional sobre la tierra y la soberanía alimentaria. 
Según la Titular de la Legislatura este cuerpo legal significa un paso más hacia la Revolución Agraria para garantizar la soberanía alimentaria del país. Este pronunciamiento lo realizó durante el programa semanal Contigo de Ley, desde Pisulí, al noroccidente de Quito. Además de los moradores del barrio también acudieron autoridades municipales y algunos legisladores. La parlamentaria Esthela Acero, miembro de la Comisión de Soberanía Alimentaria, comentó que el sector campesino ha esperado por más de dos décadas una norma como esta.

La presidenta informó que este proyecto plantea terminar con el latifundio improductivo y un nuevo modelo de gestión de la tierra. Explicó que la misma no debe repartirse por extensión sino por la productividad, para garantizar la producción, la diversidad y la soberanía alimentaria. Indicó que se generan unidades productivas familiares, que es una unidad de medida económica, estimada en un número de hectáreas de tierra productiva, que le permite a una familia rural percibir ingresos netos de dos remuneraciones básicas y tener autonomía financiera.

Resaltó que el cuerpo legal rompe con la vieja idea de que la propiedad le pertenece al hombre, lo que ha implicado una discriminación hacia la mujer. En uno de los artículos se establece que ahora las campesinas también pueden legalizar y titularizar su tierra para que puedan producir y acceder a crédito, enfatizó.

Por su parte, Esthela Acero añadió que la ley permitirá garantizar un sistema de riego, capacitación, asistencia técnica, darle un valor agregado a los productos, tener un mercado propio, facilita la titulación de tierras y asegura el uso y usufructo sobre tierras comunitarias, entre otros logros. Sobre este último tema explicó que como las tierras comunitarias son inalienables, imprescriptibles e indivisibles los campesinos no podía acceder a ningún tipo de crédito, mientras que con la propuesta de la Ley de Tierras con la sola certificación de pertenecer a esa colectividad pueden lograr créditos para el cultivo y vivienda y el Estado podrá construir infraestructura, entre ellas, educativa o de salud.

Desde las bases de las organizaciones hemos apuntado para que esta ley sea eminentemente productiva, porque debemos garantizar la soberanía alimentaria. Somos 16 millones de ecuatorianos que nos alimentamos todos los días y se estima que para el 2050 seremos 25 millones: debemos garantizar más productos para los ecuatorianos, sostuvo la asambleísta representante de Pichincha.

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