Falconí aclaró que son 1’200.000 y no 1’800.000 hogares los beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano

Quito.- (Andes).- Autoridades de la Secretaría de Planificación del Estado (Senplades) insistieron en aclarar las distorsiones que se han generado alrededor del tema del Bono de Desarrollo Humano (BDH), particularmente propiciadas desde el candidato de la banca Guillermo Lasso y sectores de oposición al Gobierno.

Fánder Falconí, titular de la Senplades, aclaró que los perceptores del BDH son 1’200.000 personas y no 1’800.000 como se informa desde la oposición, pues los 600.000 beneficiarios restantes corresponden a personas de la tercera edad y discapacitados, que si bien son beneficiarios de los 35 dólares mensuales no están concebidos bajo el paraguas del BDH.

Explicó que estos adultos mayores y personas con capacidades especiales son contemplados bajo una visión de aseguramiento universal, que es la meta a la que se quiere llegar con el plan del Buen Vivir y que está contemplado en la Constitución.

“Hay una confusión muy grande cuando se habla de 1’800.000 beneficiarios del BDH porque los otros 600.000 adicionales son adultos mayores y personas con discapacidad, que al no estar amparados bajo ningún mecanismo de aseguramiento reciben una compensación de 35 dólares, pero bajo un mecanismo de aseguramiento no contributivo para personas completamente desprotegidas”, manifestó Pavel Muñoz, subsecretario de Democratización de Senplades.

El funcionario indicó, además, que en este Gobierno se hizo por primera vez un registro social de las personas en condición de pobreza, lo que permitió apartar del BDH a unos 60 mil hogares, puesto que habían dejado esa línea de pobreza.

Falconí añadió que actualmente el BDH tiene un impacto de $ 756’000.000 en el Presupuesto General del Estado y con el incremento de 15 dólares para el próximo año implica unos $ 340’000.000 adicionales, que serán financiados mediante una parte con las utilidades de la banca.

El titular de la Senplades señaló finalmente que este gobierno tiene una concepción de corresponsabilidad para los beneficiarios del bono, es decir que los perceptores asuman un compromiso de llevar a sus hijos a los servicios de educación y salud.

Agregó que esto es a diferencia de cómo fue creado el bono en el gobierno de Jamil Mahuad, del que formó parte como superministro de Economía, el banquero y ahora candidato presidencial Guillermo Lasso, en que el BDH era una especie de práctica clientelar para las víctimas del neoliberalismo, sistema en el que la política social no era una prioridad.

Como ejemplo del cambio de concepción citó el acto realizado este día en el sur de Quito, en el cual los hijos mejores estudiantes de madres beneficiarias del bono recibieron becas para estudios superiores. “Nuestro fin es generar movilidad y desarrollo social y no perpetuar la condición de pobreza”, puntualizó Falconí.

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