Quito.- (@srradioEc).- El presidente de la República, Lenín Moreno, anunció tres acciones concretas para contrarrestar la propagación del COVID-19 en Quito: se realizarán más controles en la circulación en cuatro (4) zonas de la ciudad (Centro Histórico, Panecillo, Chilibulo y La Ecuatoriana); además, existirá mayor control a las ventas informales y se incrementará la capacidad de atención en salud.
Precisó que ninguna medida es suficiente si no hay colaboración por parte de la ciudadanía. “De nada sirve si no nos damos cuenta que el virus está en todo sitio: a cualquier hora y en cualquier círculo social”, enfatizó el Jefe de Estado. Asimismo, hizo un llamado a evitar celebraciones debido a las graduaciones por la culminación de las clases en el ciclo Sierra.
Al respecto, señaló que –durante los primeros 15 días de junio– se reportaron 1.200 fiestas a escala nacional, que fueron suspendidas por la Policía. También se ha sancionado a 57.000 conductores de motos y vehículos por infringir la prohibición de circulación y a 106.000 ciudadanos por violar el toque de queda. De estos últimos, 8.000 infractores son reincidentes.
El Primer Mandatario hizo un pedido especial a los jóvenes para que no olviden usar la mascarilla, respeten el distanciamiento social y mantengan las medidas de higiene. Recordó que, si no siguen estas normas, están poniendo en riesgo a todos los integrantes de su familia, particularmente a las personas adultas mayores o con enfermedades catastróficas. “No podemos poner un policía para cada ciudadano, controlando que no se contagie o que no contagie a otros”, puntualizó.
Asimismo, insistió en que la pandemia no termina con el cambio de color de semáforo en las localidades. Por el contrario, reiteró que –ahora más que nunca– la responsabilidad es más grande. Tomó como ejemplo al cantón Daule donde, gracias al compromiso y disciplina de su población, las cifras de contagios no han ascendido.
Finalmente, el Jefe de Estado reiteró que la prioridad del Gobierno de Todos, durante estos casi tres meses y medio de emergencia sanitaria por el COVID-19, ha sido cuidar la salud (incrementando la capacidad hospitalaria, el talento humano, insumos médicos, medicinas y pruebas de diagnóstico), abastecer de alimentos a las poblaciones más vulnerables y entregar créditos para la reactivación productiva.
