El festival de los resucitados

Venecia.- (Por. Luis Martínez.-Diario EL MUNDO.es).- A veces, la mejor manera de definir un plato es por lo que falta. Por favor, un poco de ‘basilico’, o albahaca, que es ‘pesto’. ¿Y qué sería del festival de Venecia sin ese gran agujero justo al lado del viejo Casino y que desde hace más de cinco años (¿o eran 50?) pretende ser la futura sede de la Mostra? De momento, un año más, sólo se ve eso: lo que falta.

Pues algo parecido le ocurre a la edición número 70 que empieza el miércoles. Poco antes de que se diera a conocer la lista definitiva, pocos eran los que dudaban de que por aquí pasaría ’12 years a slave’, de Steve McQueen. Por ejemplo. Al fin y al cabo, su indiscutible película anterior, b>’Shame’, debutó en esta misma y soleada plaza a escasos metros del ‘buco’ (el agujero de antes).

¿Y qué decir de ‘Captain Phillips’, de Paul Greengrass; o de ‘Oldboy’, de Spike Lee (¿acaso no recibió el año pasado justo homenaje a su carrera en el Lido?); o de ‘Nymphomaniac’, del vetado en Cannes Lars Von Trier (recuérdense o ‘googléense’ sus palabras sobre Hitler aquel fatídico año); o del último delirio de Spike Joze (‘Her’); o de la esperadísima permanente capilar de Javier Badem en ‘The Counselor’, de Ridley Scott; o del poema sinfónico (otro más) prometido por Terrence Malick, o…? Y así.

Directores recuperados

Pues, agujero mediante, nada de esto se verá finalmente en un festival de Venecia que, sin duda, prometía más, mucho más, de lo finalmente dará. De hecho, se diría que el director Alberto Barbera ha tenido que hacer un esfuerzo por recuperar a algunos directores desaparecidos en combate.

De entrada, Alfonso Cuarón es el designado para abrir la sección oficial con ‘Gravity’. De repente, nos vemos frente a una fantasía de aire futurista protagonizada por George Clooney y Sandra Bullock (tan raro como suena) rodada siete años después de la obra maestra ‘Hijos de los hombres’. Entre medias, nada, o casi.

Y, de alguna forma, el cineasta mexicano da la pauta para un plantel por el que desfilan, además, Paul Schrader (desde 2008 sin tocar los pinceles), Terry Gilliam (siempre empantanado en mil proyectos incluida la adaptación de ‘El Quijote’) o Jonathan Glazer (cerca del coma desde 2004, cuando firmó la extraña y magnética ‘Reencarnación’).

Digamos que la fórmula adoptada en el Lido consiste en sustituir expectación por morbo, que, aunque parecidos, no son lo mismo.

Schrader junta a Lindsay Lohan y al ex actor porno James Deen en ‘The Canyons’ al dictado de un texto de Bret Easton Ellis; Gilliam regresa, de la mano de Christoph Waltz, a su querido territorio entre la fantasía, el delirio y la inolvidable ‘Brazil’ en ‘The zero theorem’, y Glazer presenta por fin una película que, toma sobre retoma, le ha llevado más de dos años: ‘Under the skin’, con Scarlett Johansson más caníbal (en sentido literal) que nunca.

Nombres de rigor

Por supuesto, que no sería justo definir al todo por la parte. Las metonímias engañan. Y al lado del ‘agujero’ de arriba desfilan nombres como los de David Gordon Green, Kelly Reichardt, Xavier Dolan, Tsai Ming-liang o John Curran. Por no citar a Steven Knight, James Franco y el último León de Oro, el coreano Kim Ki-duk. Suenen más o menos, todos ellos son nombres de rigor, que no de ‘rigor mortis’. Y a todos ellos, les asiste un pasado perfectamente respetable. A algunos, incluso, venerable.

Por simple querencia, nos quedamos con los primeros citados. Gordon Green, el hombre de ‘Superfumados’ y responsable de una obra maestra llamada ‘Prince Avalanche’, acude con ‘Joe’, protagonizada por el siempre increíble(capilarmente hablando) Nicolas Cage.

A su lado, la realizadora del angustioso y genial ‘western’ ‘Meek’s Cutoff’ presenta ahora ‘Night moves’, una cinta que anuncia una nueva tendencia en el cine indie de las américas: ecoterroristas en un mundo (el nuestro) que se agota. De algo parecido va la propuesta de James Franco como director que hace suyo el texto de Cormac McCarthy ‘Child of God’.

Bien es cierto que, una vez revisada la lista de la gente más o menos nueva, más o menos esperada, volvemos a las andadas. Más resucitados. O semi. Hayao Miyazaki, Stephen Frears, Ettore Scola, Andrzej Wajda, Gianni Amelio o los documentalistas Errol Morris y Frederick Wiseman están ahí para recordarnos que lo de la edad de jubilación es perfectamente revisable. Alguno de ellos, dicen, jugó al diávolo con los hermanos Lumière. O casi.

Faltan muchos de los que, quizá, deberían estar. Pero, también es cierto, que quizá sea el momento de probar el pesto sin albahaca. Cosas más sorprendentes se ha visto y con tres estrellas Michelín. A ver quién llena el ‘buco’.

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