(Por DEBORA REY, Associated Press).- En medio de su peor crisis política y con la población reclamándole respuestas por la muerte del fiscal Alberto Nisman, el gobierno de Cristina Fernández se muestra muy ocupado en atender las críticas de Mia Farrow y Martina Navratilova sobre su manera de actuar ante el caso.
Ambas celebridades se expresaron en Twitter en duros términos contra la presidenta argentina por la muerte del fiscal que la había acusado de urdir un plan para proteger a los sospechosos iraníes de un atentado contra una mutual judía de Buenos Aires en 1994.
La actriz Mia Farrow manifestó sin pelos en la lengua que la Fernández «no sólo encubrió la bomba en 1994 contra un centro judío sino que también asesinó a un fiscal» y publicó el enlace con un artículo del New York Times sobre el tema.
A su vez la ex tenista Navratilova escribió que «ahora la presidenta argentina dice que la muerte del fiscal no fue suicidio, esto apesta», en un comentario sobre una nota del mismo diario estadounidense referido a una carta de Fernández en Facebook en la que dijo estar convencida de que Nisman «no se quitó la vida». En una misiva anterior, la mandataria había sugerido que el fiscal se había suicidado.
«Se conocieron ayer expresiones de actrices como Mia Farrow o también Martina Navratilova. El Estado argentino, la presidenta de la Nación remitirá dos cartas para la aclaración correspondiente respecto al estado de situación de esta causa», anunció a periodistas el jueves el jefe de gabinete de ministros, Jorge Capitanich.
El funcionario, quien días atrás quedó en el ojo de la tormenta por romper en público un artículo publicado por el diario Clarín, con el cual el gobierno mantiene un duro enfrentamiento desde hace años, agregó que «uno advierte la manipulación mediática en forma sistemática, con una estrategia unidireccional tendiente a desacreditar lo que efectivamente implica la posición del gobierno argentino y de la presidenta de la Nación».
Mientras la presidenta se encuentra de gira oficial en China, su secretario general Aníbal Fernández publicó el miércoles en Twitter un mensaje en inglés dirigido a la cuenta @MiaFarrow en el cual expresó que los comentarios de la actriz sobre Fernández obedecieron a que estaba «desinformada o carecía de información».
«Una artista y activista respetada y comprometida como Mia Farrow es sin duda consciente de los peligros de la parcialidad de los medios hoy en día», agregó el funcionario, que cuenta con medio millón de seguidores. Luego le pidió que leyera las dos cartas de la presidenta Fernández publicadas días después de la muerte de Nisman.
«Quizás más información, nuestra historia en la ONU y los esfuerzos de CFK (Cristina Fernández de Kirchner) como congresista suavizarán las palabras duras de @MiaFarrow hacia un líder mundial notable, quien junto con su difunto esposo y ex presidente Néstor Kirchner han abrazado la justicia, los derechos humanos y la igualdad durante toda su vida», escribió el secretario Fernández.
Al parecer la estrategia del funcionario dio resultado, pues Farrow, que apela a Twitter para llamar la atención sobre sucesos que ocurren en países en desarrollo, borró su mensaje contra la presidenta argentina
Nisman, quien durante una década investigó el atentado contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en el que murieron 85 personas, apareció muerto con un balazo en la cabeza el 18 de enero, justo un día antes de presentarse ante el Congreso para brindar detalles de su denuncia contra Fernández por supuesto encubrimiento de los responsables del atentado. El objetivo, según el fiscal, era restablecer las relaciones con Irán con el objetivo de intercambiar granos por petróleo en un contexto de crisis energética del país sudamericano.
El caso generó una crisis política en el gobierno de Fernández en el último año de mandato. Una encuesta de la semana pasada reveló que para más del 80% de los argentinos la muerte del fiscal afectó la imagen de la mandataria, mientras que el 61% cree que son verdaderas las acusaciones del fiscal Nisman contra Fernández.