Verificadores de firmas falsas denuncian presiones del Movimiento del banquero Guillermo Lasso

Quito, Pichincha (Andes).- Apenas había iniciado el proceso de verificación de firmas por parte del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuando Natalia Aguilar se levantó abruptamente de su silla. Ella renunciaba a su puesto de verificadora porque estaba recibiendo la presión de uno de los representantes del movimiento CREO -que auspicia la candidatura del banquero y exministro del gobierno de Mahuad, Guillermo Lasso- y la aceptación de esta presión por parte del grafólogo.

“Hasta ayer, todo estuvo muy bien porque nos dieron la potestad de mirar diferencias en las firmas. Hoy, me levanto de ese puesto porque nos sentimos manipulados y no podemos hacer un trabajo mediocre solo por temor (…) Yo estaba feliz con ese trabajo pero hoy viene el veedor y el grafólogo y se están aceptando como buenas, firmas totalmente diferentes (…) yo me voy muy triste de que nos dejemos amedrentar, influenciar y manipular”, dijo Aguilar.

La presión venía de los representantes del movimiento CREO, César Monje y Patricio Donoso, quienes –visiblemente molestos- caminaban entre los digitadores. Donoso, empresario y miembro del Comité Empresarial, se enrojecía, gesticulaba, fruncía el ceño. Un joven que notó una firma irregular hizo un gesto negativo con su cabeza, razón suficiente para que Donoso se exaltara, su semblante cambió, estalló en cólera, miraba maliciosamente al muchacho que se desesperaba por salir del apretón, sentía la presión y la mirada inquisidora –prepotente- del empresario que amenazaba.

Cuando dejó su show, Agencia Andes conversó con Patricio Donoso. Huidizo, reconoció que algunos digitadores se negaron a aceptar la validación de una firma dada como correcta por el perito:

–          Eso nos ha molestado terriblemente.

–          Pero, ellos…

–          No, no, no. No hay pero, no hay pero…

–          ¿Ha habido presión por parte de ustedes?

–          No, no, no. Algunos digitadores se han resistido a aprobar una firma aunque el grafólogo le dijo que está aprobada y eso es perverso.

–          Entonces, usted niega que ha habido presión…

–          Para qué estamos los delegados sino para ver.

–          Para ver, no para presionar…

–          No, no, no. Esta señorita que se levantó está totalmente parcializada. Ella se negó a aceptar la orden del perito.

Por demás sospechosa su actitud. En fin, molesto  y colorado de ira se alejó y no quiso responder más. Debía seguir con la mirada inquisidora y ejerciendo una evidente presión sobre quienes validaban las firmas.

También despotricando y diciendo que está cansado por la mala noche estaba César Monje, quejándose ante la prensa de las supuestas irregularidades. Afirmó que no tiene miedo de que el movimiento CREO no sea calificado por el CNE.  Él le dio la vuelta a la historia de Atalia Aguilar y dijo que ella se fue porque se negó a invalidar una firma que estaba bien a favor de CREO. Se negó a afirmar que su movimiento tiene las firmas físicas que respalden a las enviadas en digital al CNE. Todavía las están buscando…

Así las cosas, al coliseo del colegio Benalcázar asistirán uno a uno los partidos que han puesto en tela de duda la limpieza de su accionar a la hora de recoger firmas para inscribirse y participar en las próximas elecciones.

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